viernes, 18 de julio de 2008

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

LABIOS

Entre tus labios y yo no había nada:
tan solo la distancia de un te quiero
no siempre dicho
y unos ojos cerrados.
Entre tus labios y yo no había nada:
tan solo ese poco de aliento
irrespirado
y las manos asidas suavemente.
Entre tus labios y yo no había nada:
ni madre, ni padre, ni mañana ni ayer
ni pretensiones,
ni cosas por hacer.
Tan solo, nada.
El amor estaba lleno de nada y lo era todo.
Solo ahora había
entre tus labios y yo.
Tan solo ahora.
Entre tus labios y yo no había nada:
la vida se interpuso
entre tus labios y yo.
Ahora tus labios son tuyos
y los míos míos.
Y el amor está lleno de cosas y no es nada.

*

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