... No sabemos lo que es el amor; tan sólo conocemos sus síntomas -el goce, el dolor, el temor y la ansiedad que todo eso nos produce-. Tratamos de solucionar los problemas que esos síntomas nos ocasionan, y todo eso se torna un vagar en la oscuridad, y así pasamos nuestros días y nuestras noches ¡y pronto todo termina en la muerte!
... No podemos acercarnos al amor ni asirlo; pero algunas veces, cuando nos detenemos por un camino o en un lago, al mirar una flor o un árbol, al ver a un labriego que ara su tierra -si uno permanece silencioso, no envuelto en sus propios sueños o en su aburrimiento sino en un estado intenso de silencio-, quizá eso llegue a nosotros. ...
Algunas veces cuando se está solo -y si se tiene suerte- podrá llegar a nosotros en un instante, en el que vemos caer una hoja o al observar un árbol solitario a lo lejos en un camino sin nadie.
...Sin embargo, nunca lo deseamos en realidad porque tenemos el sentimiento de que puede ser algo muy peligroso. Somos animales muy domesticados.
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