domingo, 22 de junio de 2014

Francisco Hernández


1.

Suena el color dorado en las orillas del ojo,
del mar del ojo, del mal de ojo.
Sueña una imagen color naranja
con ser, eternamente,
una perseguidora quintaesencia.

Por eso, a las trampas del ojo
me encomiendo.
Y me inflamo, por si llegan a tiempo
las pesadillas del cristalino.


2.

Caer en la trampa es ver racimos plateados
en lo alto de las palmeras cordobesas y en
las raíces de los tamarindos sanandrescanos.
Y es también, a menudo, sostener diálogos
agridulces con animales de origen incierto.

3.

Mis ojos, encandilados por tu desnudez,
tienen toda la noche por delante.

4.

El amor, rodeado casi siempre por un antojo
de olvido, avanza resuelto hacia las trampas
creadas para cazar osos con piel de leopardo
y serpientes con plumaje de cóndor.

Y el amor sobrevive a las heridas y ruge,
voladora, la envidia de los venenosos.

5.

Árboles húmedos pueblan la tierra
de la memoria.
Ojos de agua llenan las ingles
de invenciones jugosas.
El lenguaje es la más pronunciada
de las trampas.


6.

–A estas palabras menudas se las va a llevar
la trampa, me aseguras.
Y añades en voz baja:
–Ojo con el hoyo hirviente
de las bellas bailarinas tramposas.

.

No hay comentarios: