martes, 14 de octubre de 2014

Luis Garcia Montero

NUEVAS CONFESIONES

Es que no eras el mismo,
me dices con los ojos quemados de mirarme.
Te dolía la casa,
viajabas demasiado y sin motivo,
rodabas por el humo de la noche
igual que el sueño roto de la mesa,
parecías amargo,
muy perdido,
tal vez por otros cuerpos,
tal vez por una fecha
en la vida de nadie,
una cita sin año ni estación.
El cuervo de la lluvia cruza por la ventana.
Cuando yo no era el mismo,
te quería también.
(Luis García Montero)

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