martes, 14 de octubre de 2014

Pedro Guerra

Mi casa está en el mar con siete puertas. 
Yo ya no vivo allí pero me esperan 
el viejo que no entiende mis canciones, 
la plaza, los fantasmas, los rincones, 
el tiempo de llorar, 
la ganas de cantar 
y un niño que se llena de razones. 

Mi casa está en el mar con siete puertas. 
Yo ya no vivo allí pero me esperan 
el cubo de pescar, de cuando pibe 
querer y no saber cómo decirte, 
la madre y el hogar, 
los pies en el lagar, 
la lluvia y un lugar donde escribirte. 

Mi casa está en el mar con siete puertas. 
Yo ya no vivo allí pero me esperan 
la calle, el futbolín, las emociones, 
la línea que divide las naciones, 
los días de taller, 
mujer que no tendré 
y el barro que manchó mis pantalones. 

Mi casa está en le mar con siete puertas. 
Yo ya no vivo allí pero me esperan 
la estrecha inmensidad de las ciudades, 
la marca que nos dejan la verdades, 
la fe de transformar 
.

mi casa y mi lugar 
y el vino que alegró las amistades.

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