martes, 15 de julio de 2008

El Loco de la Colina

No renuncies a tus sueños, pero no permitas tampoco que tus sueños te impidan ver la vida.

La caricias soñadas puede que sean las mejores, pero las caricias reales calientan más.

Abre los ojos, porque a lo mejor tu príncipe azul es el vecino con el que cada día coincides en el ascensor, y todavía no te has dado cuenta.

En la vida real las cosas casi nunca son como en los sueños, pero no quiere decir obligatoriamente que sean peores, sino que son diferentes.

Sueña, pero no dejes que los sueños te aparten de la vida.No consideres pobre a la realidad si ves que no coincide con tu fantasía.

La realidad es un príncipe vestido de mendigo que juega a que lo descubran.

Descubre la riqueza y la hermosura que la vida oculta tras su pobre apariencia, y verás que no hay sueño que pueda igualársele.

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