martes, 15 de julio de 2008

Marco Aurelio



Tres son las cosas de las que estás conformado: el cuerpecillo, el pequeño hálito vital y la inteligencia. Dos de ésas son tuyas sólo en cuanto debes ocuparte de ellas, la tercera está sólo bajo tu autoridad. Por ello, si apartas de ti mismo, es decir, de tu mente, todo lo que los demás hacen, dicen, todo lo que tú mismo hiciste o dijiste, todo lo que te perturba por ser futuro, todo lo que sin elegirlo se te suma de la parte corporal o del pequeño hálito connatural, y todo lo que hace girar el torbellino que fluye por fuera en derredor, de tal forma que la capacidad inteligente desligada del destino y purificada viva libre por sí misma realizando lo que es justo, deseando lo que acontece y diciendo la verdad; si apartas, digo, del principio rector lo que se cuelga de él por las pasiones y del tiempo lo futuro o lo que ya ha pasado y te haces a ti mismo como Empédocles: »Esfera redondeada que se alegra en su soledad circundante«, y aprendes a vivir sólo lo que estás viviendo, esto es, el presente, podrás lo que te resta hasta morir pasarlo sin perturbación, conforme y propicio con tu propio espíritu divino.


.


No hay comentarios: