martes, 15 de julio de 2008

Jorge Mass

No Soportar el Peso

En muchas ocasiones nos encontramos en uno de esos ciclos de la vida que nos descolocan de modo súbito. Son sucesos causales. Su fuente suele ser siempre la mente y su producto residual (los pensamientos). Cuando esas situaciones son sujetadas con ansiedad se retornan con más fuerza que antes e incluso con una rabia que transforma la vida de ese momento en un infierno; pero ese infierno sólo es una recreación de nuestras dudas, de nuestras divisiones con la totalidad; tratamos entonces, de resolver algo cuya solución está en dejar que suceda, no en echarle más leña al fuego. Esas situaciones son como un gran armario que se desploma sobre nosotros y tratamos de detener su caída con nuestras manos. El armario terminará por caer sobre nosotros y aplastarnos, aunque lo único que debíamos hacer era apartarnos dejándolo caer sobre el suelo. Una de las acciones que cuestan más es la de dejar ir. En cuantas ocasiones nos obsesionamos por resolver lo que no era necesario y el armario acababa por aplastarnos bajo su peso. Ceder ante la situación, dejar que suceda es una de las acciones más valiosas que podemos realizar, es la base para poder descubrir el estado meditativo; el obsesionarse por resolver situaciones, el obsesionarse por tratar de reparar lo que no puede ser reparado, conduce a una situación circular, a una situación que no tiene principio ni fin, con una duración indeterminada; el conflicto retorna una vez y otra vez por la pista recreada de la mente, y la mente la realimenta hasta la extenuación. Colocarse en una situación de pasividad ante el conflicto, situarse en un espacio no extremo, en un espacio neutral, acaba por extinguir el conflicto que al igual que un fuego cuando no se le echa leña, se extingue, se apaga. El armario puede adoptar diversos disfraces; conflictos propios; conflictos de los demás que nos atribuimos nosotros mismos; conflictos que nos atribuyen los demás a nosotros. Pero todos los conflictos tienen una misma fuente, un mismo origen; lo que designamos como "proceso de la mente" y sus productos residuales "los pensamientos"

.





No hay comentarios: