El catálogo de los ídolos
NARCISO
Narciso ya no se mira en el manantial. Cansado de una naturaleza más indeterminada que él mismo, se ha instalado en el centro de un globo de cristal. Las paredes convexas, cóncavas o rectilíneas le devuelven su imagen: algunas la embellecen; la mayoría la deforman, y el embellecimiento es también una deformación. Esos monstruos, que él crea al contemplarlos, tienden los brazos hacia sus brazos tendidos, y él no ha hecho más que multiplicar su repugnancia, su asombro o su deseo. Narciso, en ese espejo inmóvil, ya no se percibe con la forma de lo que pasa. De él se apodera el horror a lo fijo. Narciso retornará al manantial.
HERMES,
dios del mercantilismo. Preside los exámenes de conciencia.
ICARO
Una idea preconcebida falseó mi filosofía. Yo creía que el sol estaba más alto que la tierra.
GANIMEDES
- Subir, pero transportado por un águila, como lo hará san Juan.
DIANA
- Es romántica, naturaImente, puesto que es casta. No comprende el amor si no es fijado por el claro de luna.
AFRODITA,
voluptuosidad de las olas. Su cuerpo adquiere la forma de las caricias, como la ola toma la forma del viento. Esta amante universal ¿debería unirse a Gea, la Tierra? Al obligarla a casarse con Vulcano unieron el agua y el fuego.
PSIQUE -
Psique se casó con el desconocido. Lo acaricia pero no ha visto su rostro. El cuerpo del que reposa a su lado cada noche, en la oscuridad, adopta la forma de su más bello sueño. El amor, esa miel de las tinieblas. Una mujer dichosa se hubiese adormecido a su vez, pero el sueño no puede rozar a Psique. Ese cuerpo acostado en la sombra la asusta como un cadáver. Decide encender su lámpara. Haber creído unirse con el infinito y no encontrar nada más que un ser. El palacio de Psique es menos amplio de lo que pensaba; basta con un suspiro para que todo se derrumbe. Muros y techos, a los que ya no sostiene la presión de un fervor. Se ha dicho que Psique tenía las alas de una mariposa, pero su alma es la de una abeja. Esta obrera reconstruirá su palacio alveolo tras alveolo. Se acostumbrará, incluso, a amar al Amor.
HELIOS
- Como todos los entusiastas, no se da cuenta de que miente. Nos oculta que siempre es de noche.
LA SIESTA DE UN FAUNO
- El edén durante la culpa.
SAFO
- Después de todo, las Musas son mujeres. Y es de eso de lo que se enamora Safo.
EL AMOR
- Lleva una antorcha pero es ciego. Alumbra a los que son amados.
ORFEO
- Siempre se ve uno castigado al no amar más que a un solo ser.
HERMAFRODITA
- Es Narciso con los ojos cerrados. No tiene nada del viejo ídolo andrógino, infatigable creador. Hermafrodita no ha creado nada. La vida, deseo de crecer y superarse, partos que pueblan las necrópolis, vana fecundidad. Hermafrodita reposa: sus párpados cerrados no protegen ningún sueño. Duerme. No digáis que sueña: sería como anunciar que el mundo vuelve a empezar. El universo sólo puede ser la pesadilla de Hermafrodita.
PERSÉFONE
- Conoce las raíces de las plantas, la capa de agua que por debajo de la tierra alimenta los manantiales, el sueño cansado de los muertos. Dama del otro lado de las cosas.
DIANA DE ÉFESO
- Hembra del escorpión, abeja reina. De ti salen las criaturas, tú las devoras porque no valen lo que tus sueños. Estás sorda pero ruges, estás hambrienta pero eres insaciable. Eres dura, insensata, alegre, pero tus ojos fríos juzgan a los vivos Para qué, madre eterna, ese engendrar las efímeras libélulas?
NARCISO
Narciso ya no se mira en el manantial. Cansado de una naturaleza más indeterminada que él mismo, se ha instalado en el centro de un globo de cristal. Las paredes convexas, cóncavas o rectilíneas le devuelven su imagen: algunas la embellecen; la mayoría la deforman, y el embellecimiento es también una deformación. Esos monstruos, que él crea al contemplarlos, tienden los brazos hacia sus brazos tendidos, y él no ha hecho más que multiplicar su repugnancia, su asombro o su deseo. Narciso, en ese espejo inmóvil, ya no se percibe con la forma de lo que pasa. De él se apodera el horror a lo fijo. Narciso retornará al manantial.
HERMES,
dios del mercantilismo. Preside los exámenes de conciencia.
ICARO
Una idea preconcebida falseó mi filosofía. Yo creía que el sol estaba más alto que la tierra.
GANIMEDES
- Subir, pero transportado por un águila, como lo hará san Juan.
DIANA
- Es romántica, naturaImente, puesto que es casta. No comprende el amor si no es fijado por el claro de luna.
AFRODITA,
voluptuosidad de las olas. Su cuerpo adquiere la forma de las caricias, como la ola toma la forma del viento. Esta amante universal ¿debería unirse a Gea, la Tierra? Al obligarla a casarse con Vulcano unieron el agua y el fuego.
PSIQUE -
Psique se casó con el desconocido. Lo acaricia pero no ha visto su rostro. El cuerpo del que reposa a su lado cada noche, en la oscuridad, adopta la forma de su más bello sueño. El amor, esa miel de las tinieblas. Una mujer dichosa se hubiese adormecido a su vez, pero el sueño no puede rozar a Psique. Ese cuerpo acostado en la sombra la asusta como un cadáver. Decide encender su lámpara. Haber creído unirse con el infinito y no encontrar nada más que un ser. El palacio de Psique es menos amplio de lo que pensaba; basta con un suspiro para que todo se derrumbe. Muros y techos, a los que ya no sostiene la presión de un fervor. Se ha dicho que Psique tenía las alas de una mariposa, pero su alma es la de una abeja. Esta obrera reconstruirá su palacio alveolo tras alveolo. Se acostumbrará, incluso, a amar al Amor.
HELIOS
- Como todos los entusiastas, no se da cuenta de que miente. Nos oculta que siempre es de noche.
LA SIESTA DE UN FAUNO
- El edén durante la culpa.
SAFO
- Después de todo, las Musas son mujeres. Y es de eso de lo que se enamora Safo.
EL AMOR
- Lleva una antorcha pero es ciego. Alumbra a los que son amados.
ORFEO
- Siempre se ve uno castigado al no amar más que a un solo ser.
HERMAFRODITA
- Es Narciso con los ojos cerrados. No tiene nada del viejo ídolo andrógino, infatigable creador. Hermafrodita no ha creado nada. La vida, deseo de crecer y superarse, partos que pueblan las necrópolis, vana fecundidad. Hermafrodita reposa: sus párpados cerrados no protegen ningún sueño. Duerme. No digáis que sueña: sería como anunciar que el mundo vuelve a empezar. El universo sólo puede ser la pesadilla de Hermafrodita.
PERSÉFONE
- Conoce las raíces de las plantas, la capa de agua que por debajo de la tierra alimenta los manantiales, el sueño cansado de los muertos. Dama del otro lado de las cosas.
DIANA DE ÉFESO
- Hembra del escorpión, abeja reina. De ti salen las criaturas, tú las devoras porque no valen lo que tus sueños. Estás sorda pero ruges, estás hambrienta pero eres insaciable. Eres dura, insensata, alegre, pero tus ojos fríos juzgan a los vivos Para qué, madre eterna, ese engendrar las efímeras libélulas?
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