viernes, 25 de junio de 2010

Raúl Gómez Jattin



No me quedan palabras
para nombrar el verano
Después de vivirlo
el otoño me muestra en el patio
sus hojas caídas

¡Ah la veloz juventud
que se fue de mi vida
como un animal lleno de pánico!

Ahora el trabajo
de esperar los días como una amenaza
A vivir las horas tal una balanza
en las que sopeso frente al espejo
los pocos placeres que esperan al viejo
Ya aparecieron las primeras canas
A mi rostro se asoma un asombro 
de volverme maduro para el invierno
y me asusto con la misma sorpresa
de cuando alguien por detrás nos toca el hombro.


*


Si las nubes no anticipan

Si las nubes no anticipan en sus formas la
historia de los hombres
Si los colores del río no figuran los designios del
Dios de las Aguas
Si no remiendas con tus manos de astromelias las
comisuras de mi alma
Si mis amigos no son una legión de ángeles
clandestinos Qué será de mí 


*

En las clínicas mentales 
lo peor son las monjas 
mas violentas 
que agujas hipodérmicas 
que la fiebre y la locura 
la monja es una energúmena quieta. 
En las clínicas mentales 
cuando lloro la monja casi ríe. 
Podría decir que la monja 
no es mala ni es buena 
simplemente odia 
todo lo que se mueve 
todo lo que vive 
todo lo que palpita 
todo lo que no sea 
su Dios muerto

*


¿De profesión?
Loco
¿De vocación?
Lerdo
¿De ambición?
Terco
¿De formación?
Ángel
Y ni aún así
pudo contrarrestar
el cabrilleo de los ojos de Jorge

¿De fornicación?
Lento.

*


.

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