martes, 31 de agosto de 2010

Beatriz Zuluaga


Cuando llegues


Cuando llegues...
habrá un florecimiento de amapolas.
Un himno nuevo entonará la sangre;
y al sentir el milagro de tus manos,
brotarán de mi canto lirios blancos.

Me vestiré los tules nupciales de la aurora.
Bañaré mis cabellos con reflejos de sol;
habré puesto a mi boca el dulzor de las mieles,
y a mis senos, arrullos con preludios de amor.

Cantarán los minutos mis arterias cansadas.
Ya mi espera se tiende con caminos de luz;
pon a tus pies sandalias tejidas de ilusiones,
que hallarán primavera cantando plenitud:

Cuando llegues...
habrá germinación en los vergeles
al abrirse mi carne en floración;
y en el dulce cansancio de la entrega,
se mecerá una cuna y una flor.


*

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