lunes, 21 de julio de 2008

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

¿Qué buscas?

Quién reponga las promesas rotas.
Quién localice las esperanzas perdidas.
Quién realice los sueños frustrados.
Quién ejecute las ideas irrealizables.
Quién resucite los amores muertos.

Al portero de las puertas cerradas.
Al almacenista de las oportunidades perdidas.
Al fiscal de las buenas costumbres.
Al que detenga la vida que se escapa.

Una máquina que abra los espacios.
El lugar a donde van los días idos.
El banco del tesoro que hay en mi.

Quién alivie las penas de las almas.
Quién me diga lo que aun no se.
Quién me haga olvidar de lo que se.
Quién describa la cara de la muerte,
si la tuvo de frente y la vivió.
o la sufrió.

Un salvavidas para navegar en tus ojos.
(Y no morir en ellos.)

La clave de los sueños imposibles.
La dirección del cielo.
Y el e-mail de dios.

Quién, en fin, me diga te quiero eternamente -y que lo sienta-
y que de una vez me abandone para siempre
(si he de debérselo como un favor.)




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